Los tratamientos de fertilidad son una alternativa real para aquellas mujeres o parejas que desean cumplir su sueño de formar una familia cuando por la vía natural no ha sido posible. Pero, hay que tener en cuenta que se trata de una experiencia vital muy intensa que, en ocasiones, pondrá al límite a la paciente, derivando en casos de depresión al no quedarse embarazada.

Hoy, queremos reflexionar sobre cómo afectan mental y emocionalmente los tratamientos de fertilidad, tanto a las pacientes, como a sus parejas o familias. Si estás a punto de sumergirte en un tratamiento FIV o conoces a alguna mujer que esté pasando por una situación complicada a nivel emocional, hoy respondemos a muchas de las dudas que puedan surgirte.

¿Cómo afecta mentalmente un tratamiento de fertilidad?

El miedo al fracaso, la incertidumbre, la desesperanza… Someterse a un tratamiento de fertilidad puede poner a la paciente o la pareja en situaciones intensas que quizás nunca haya padecido. Este “shock” de sentimientos están a flor de piel desde el inicio hasta el final del proceso, haciendo que la carga emocional sea acumulativa y vaya en aumento. Pero, ¿cómo les afecta realmente?, ¿Cómo afrontar el proceso si nunca se ha sometido a un tratamiento de fertilidad? Lo vemos al detalle a continuación.

Lo que puedes sentir durante un tratamiento de fertilidad

Durante el tratamiento, se crea un cóctel de emociones, en ocasiones difícil de asumir. Desde los sentimientos más esperanzadores y motivadores, hasta la parte más negativa e inestable. Y aunque aún sea un tema tabú, es muy habitual que, durante este intenso viaje, aparezcan inquietudes totalmente legítimas como:

⫸ Ansiedad

Los episodios de ansiedad son muy comunes. El deseo de formar una familia, unido a la presión que puede provocar el tratamiento de fertilidad, puede desencadenar en estrés y ansiedad, tanto antes, durante y como al finalizar tras el tratamiento o el fallo de implementación.

⫸ Episodios depresivos

Manejar una situación tan delicada como la que estamos tratando, no es igual para todas las mujeres. La presión social y también la propia, pueden desembocar en depresiones que deben siempre ser tratadas por especialistas durante el propio proceso.

⫸ Irritabilidad

Los cambios de humor y el malestar frente a los resultados del proceso están presentes en el día a día de las parejas y las pacientes. Estos sentimientos suelen estar derivados de la frustración que implica el proceso, algo que cada paciente deberá trabajar día a día.

⫸ Aislamiento o sensación de soledad

La saturación de sentimientos, las preguntas de familiares y amigos… pueden acumularse y desencadenar un deseo contrario de aislamiento o soledad, donde la mujer se siente incomprendida en estos momentos tan delicados, especialmente, tras un fallo de implantación.

⫸ Duelo

El duelo durante los tratamientos de fertilidad es otra emoción protagonista en muchas ocasiones. La sensación de pérdida, desarraigo o vacío que puede implicar los fallos de implantación es recurrente. Gestionar este tipo de emociones con un equipo profesional es la mejor herramienta para continuar.

Técnicas y consejos para mantener la salud mental durante una FIV

Uno de los primeros consejos que nos transmiten los psicólogos es aceptar las emociones vinculadas al proceso, no rechazar todo lo que se está viviendo. Pero, ¿es posible prepararse mentalmente para el tratamiento? Los expertos en la materia afirman que sí lo es y existen algunos consejos que pueden ayudar a las pacientes a controlar ciertas emociones:

  1. La actitud lo es todo. Huir de pensamientos negativos y centrarse en lo positivo dará las fuerzas necesarias para afrontar cada paso en el camino.
  2. Ser paciente y realista también ayudará a mantener el equilibrio y la estabilidad emocional sin excesivos sobresaltos.
  3. El estrés, el peor enemigo. Trabajar en el descanso y la relajación tanto física como mental contribuye, no solo a la paz de la paciente, sino también, a una mejor implantación durante el FIV.
  4. Mantener la mente ocupada y seguir con las actividades cotidianas es una fórmula eficaz para no perder el foco ni obsesionarse con el proceso. En especial, no descuidar la vida laboral durante el FIV.
  5. Apoyarse en la pareja, la familia, los amigos… a través de una buena comunicación. Aunque solo la mujer vivirá el tratamiento de una forma real, es importante escuchar y conocer qué siente la pareja. Además, vivir este proceso en compañía siempre se hará más llevadero.
  6. Y, por último, apoyarse en un equipo médico. La alta carga emocional puede ser sobrellevada gracias al trabajo y asesoramiento de los especialistas.

El estrés psicológico y su relación con el abandono del tratamiento

Los casos de abandono del tratamiento de fertilidad son mucho más habituales de lo que gente cree o de lo que nos muestra la sociedad. Cuando una mujer o incluso, la pareja, llegan a un límite emocional, es realmente habitual que desistan del tratamiento. Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el principal causante del abandono de los tratamientos no es el factor económico, como se puede pensar, sino el estrés psicológico que sufre la paciente tras varios intentos fallidos.

En nuestro país, se estima que entre el 40%-60% de las parejas abandonan el tratamiento por la presión emocional y psicológica que el proceso les genera. Por ello, enfatizamos en la importancia de contar con un buen entorno de apoyo y un seguimiento especializado propio para cuidar este aspecto tan importante a medida que avanza el tratamiento.

hormonas fiv y ansiedad

El apoyo psicológico es básico en un tratamiento de reproducción asistida

Enfrentarse a un problema de fertilidad es inquietante y, en ocasiones, puede causar un verdadero shock a la paciente. Afrontar esta noticia y el posterior proceso de tratamiento no es sencillo. Para manejar esta situación, debemos tener muy presente la importancia de la figura del psicólogo en todos los pasos, desde el inicio hasta el final del ciclo. Y aunque siempre es fundamental contar con apoyos familiares, la experiencia de un experto es realmente positiva en este contexto. Cuántas veces escuchamos: Cuando menos te lo esperes, pasará. o Si te tranquilizas, pronto te quedarás embarazada. Estas afirmaciones, que pueden proceder de personas del entorno, no siempre son las más adecuadas, por ello, confiar en personal cualificado, que fijará unas pautas y ejercicios, marcará la diferencia durante el tratamiento.

Desde FIV4 hacemos hincapié a nuestras pacientes o futuras pacientes de acudir a nuestra Unidad de Apoyo Psicológico para procesar esta nueva situación que están viviendo. Y de esta forma encontrar un equilibro emocional con el que afrontar firmemente cada etapa del camino.

Si estás inmersa en un tratamiento de fecundación, te aconsejamos que cuides tu salud mental tanto como la física y siempre que nos necesites, aquí estaremos para ayudarte.

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