Numerosos estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han dejado patente la importancia de la nutrición durante el embarazo. La obesidad, la delgadez extrema o los cambios bruscos de peso pueden afectar de forma negativa y directa a la fertilidad.  Por eso es importante tener bajo control el índice de masa corporal, sobre todo si se quiere ser madre.

Un IMC demasiado alto, superior a 30 Kg/m2, o demasiado bajo, inferior a 18.5 Kg/m2, puede obstaculizar el lograr un embarazo exitoso, según la OMS

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Ya sea por exceso o por déficit de peso existen factores extra ováricos que contribuyen a disminuir la capacidad reproductiva.

Cómo la obesidad afecta a la fertilidad

El sobrepeso es un factor que afecta de forma clara y directa a muchos aspectos de la vida. Por lo que, la fertilidad, no iba a ser una excepción.  Teniendo en cuenta la amplia experiencia del equipo de FIV4 en técnicas de fertilidad, veamos cómo influye el peso a la hora de concebir y porqué.

Se considera una persona obesa a aquella que tiene un índice de masa corporal superior a 30 Kg/m2. Desde el punto de vista de la fertilidad, significa que existe una alteración en la maduración de los folículos y hace que la calidad de los ovocitos sea peor. Sin embargo, los problemas de fertilidad, a causa del sobrepeso, no sólo afectan a las mujeres sino también a los hombres. ¿De qué manera?

  • La obesidad en la mujer. Entre los problemas más recurrentes estarían los desórdenes endocrino-metabólicos que pueden conllevar la aparición de ovarios poliquísticos, alteraciones en el ciclo menstrual, ausencia de ovulación y la obtención de ovocitos de mala calidad. Si se ha logrado el embarazo, el sobrepeso no sólo aumenta la posibilidad de aborto en los primeros meses de gestación, también acrecenta la aparición de diabetes gestacional, hipertensión, preeclampsia o el desarrollo de malformaciones fetales.
  • La obesidad en el hombre. En el caso del varón, la consecuencia directa es la baja calidad del semen, tanto en cantidad como en velocidad de los espermatozoides.

Cómo afecta el sobrepeso a los tratamientos de reproducción asistida

Si se recurre a tratamientos de reproducción asistida, tanto de inseminación artificial como de fecundación in vitro, a clínica de fertilidad valorará el índice de masa corporal de ambos progenitores. La razón es que la obesidad es un factor clave que, además de dificultar la implantación del embrión, arroja peores resultados. Por lo que se será necesario administrar mayores dosis de hormonas y alargar el tratamiento más tiempo para así aumentar las probabilidades de lograr un embarazo a término.

¿Adelgazar muchos kilos está relacionado con la infertilidad?

Igual que ocurre con el sobrepeso, la extrema delgadez o tener un índice de masa corporal demasiado bajo reduce la posibilidad de quedarse embarazada. Diversos estudios afirman que estar con un déficit de peso evidente, causado por una alimentación insuficiente, dificulta mucho la ovulación de la mujer, ya que presenta un bajo nivel de estrógenos.

Por tanto, si la mujer no se alimenta correctamente ni alcanza el nivel de masa corporal necesario, aproximadamente el 22% de su peso total, lo más probable es que se produzcan disfunciones ováricas o alteraciones hormonales que impidan el embarazo.

Consejos para favorecer la fertilidad

Si alguno de los futuros padres tiene sobrepeso o la mujer pesa menos de lo que su masa corporal exige será necesario llevar a cabo un estudio integral de fertilidad y una evaluación endocrinológica-nutricional. De esta manera, se detectará si existe algún desorden que afecte a la capacidad reproductiva.

Estas son algunas de las recomendaciones básicas que proponemos desde FIV4:

  • Seguir una alimentación equilibrada para controlar el peso.
  • No seguir dietas extremas que hagan perder peso de forma brusca.
  • Hacer deporte o ejercicio físico de forma regular.

 

Es fundamental alcanzar el peso adecuado a la hora de ser padres para tener un bebé sano. Ganar o perder los kilos que sean necesarios es una condición “sine qua non” antes de buscar el embarazo. De esta manera, se evita someter al bebé a cambios bruscos metabólicos durante la gestación y se reducen riesgos de salud, tanto para la madre como para el feto.

Para que el futuro embarazo o los tratamientos de fertilidad vayan bien, lo mejor será acudir siempre a un equipo de profesionales que garanticen que el proceso se haga de la forma más correcta y saludable posible.