La obesidad, la mala alimentación, el descenso del ejercicio físico… son foco de debate para las mujeres de medio mundo, sobre todo si hablamos de un futuro embarazo.

Hoy hablaremos más en concreto de la obesidad. Este problema se registra en un Índice de Masa Corporal superior a 30 (se considera normopeso, cuando el IMC está entre 20 y 25), si la mujer adopta estos índices es habitual que las cuestiones en lo referente a un futuro embarazo crezcan hoy en día, sobre todo si  mencionamos que entre un 30% y un 40% de las mujeres en edad reproductiva son las que más han visto aumentar su peso.

Además es importante recalcar que a posteriori los futuros bebés siempre estarán condicionados, por la alimentación y el cuidado físico de la madre durante el embarazo.

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Fertilidad y sobrepeso

Muchos estudios asocian la obesidad con abortos, alteración en la menstruación, complicaciones obstréticas… Y es cierto, los cambios extremos de peso (aumento o escasez) son determinantes a la hora de conseguir un embarazo.

En las mujeres afecta de forma directa produciéndoles en la mayoría de ocasiones desajustes en el metabolismo y acarreando alteraciones en el ciclo menstrual. Por ejemplo un gran número de pacientes con el síndrome de ovario poliquístico presentan obesidad o sobrepeso.

En otros casos la obesidad también puede afectar al crecimiento folicular, al desarrollo embrionario o la implantación.

En el caso opuesto es importante mencionar, que el bajo peso (IMC inferior a 18.5) también es negativo para la fertilidad y reproducción, haciendo que pueda existir una disfunción ovárica y aumentando el riesgo de embarazos prematuros.

Consecuencias directas del sobrepeso en edad reproductiva

  • Alteraciones del ciclo.
  • Disminución de las tasas de implantación embrionaria. (La calidad de los óvulos es disminuye)
  • Peores tasas de gestación clínica.
  • Aumento de abortos.
  • Complicaciones gestacionales (diabetes gestacional, preeclampsia, parto prematuros…).
  • Aumento de defectos congénitos.

Estos efectos negativos en lo referente a la reproducción provocan finalmente que la tasa de nacimientos sea menor en mujeres con obesidad.

Respecto a los tratamientos de fertilidad, ¿cómo afecta el sobrepeso a las mujeres?

Cuando se lleva a cabo un tratamiento de fertilidad, la respuesta a esa estimulación ovárica puede verse afectada en mujeres con obesidad y sobrepeso. Los ovocitos de pacientes con sobrepeso tienen menos posibilidades de completar su desarrollo después de un tratamiento.

Por ello recalcamos siempre desde nuestra clínica FIV4, la importancia que debemos darle a la alimentación, al deporte y a llevar hábitos saludables en nuestra vida para una futura gestación. Es clave que la paciente lleve a cabo una dieta sana y que su estado de salud sea el mejor posible para que pueda darse el embarazo.

En estos casos, para conseguir la gestación el primer paso debe ser la disminución de peso, sobre todo si el IMC es mayor de 35. Si conseguirlo se convierte en una ardua tarea, lo indicado es acudir a especialistas, endocrinos e incluso psicológicos que aporten métodos eficaces para guiar a la paciente por el buen camino.

¿Y a los hombres?

Aunque existe algo de controversia en este tema, múltiples estudios afirman que la obesidad en el varón llega a afectar a la calidad del semen. La principal alteración se encontraría en la movilidad de los espermatozoides. Además también afecta al ADN de los mismos, dificultando que finalmente se produzca el embarazo y aumentando el riesgo de abortos.