No importa que quieras ser madre por primera vez o que desees repetir la experiencia de tener un hijo, tanto a través de reproducción asistida como de manera natural. Lo normal es que desees con todas tus fuerzas quedarte embarazada a la primera para disfrutar de la maternidad cuanto antes y vivir esta nueva etapa con la máxima ilusión.

La primera falta menstrual es una de las señas inequívocas de que estás en el buen camino. Sin embargo, en ocasiones ocurre que, de repente, hace acto de presencia un sangrado, similar al de la regla, con el que podrías sentirte desilusionada al creer que no has conseguido el objetivo.

Por suerte, esto no siempre es así. De hecho, puede que incluso signifique todo lo contrario y que estés ante lo que se conoce como sangrado de implantación. ¿Sabes qué es? ¿Cómo distinguirlo de la menstruación? ¿Significa que está en peligro tu embarazo? ¿Debes preocuparte? ¡Pues no, en absoluto! Este sangrado no está asociado a ningún problema del embarazo y desde FIV4 te explicamos por qué.

¿Qué es y por qué se origina el sangrado de implantación?

Si tú formas parte de ese 30 % estimado de mujeres que durante el embarazo ha tenido un sangrado de implantación, ¡tranquila! No te está pasando nada grave. Tan solo significa que has tenido una ligera pérdida de sangre ocasionada por la anidación del óvulo fecundado en la pared del útero. Pero ¿cómo y por qué se produce?   ¿Puede aparecer también tras practicar técnicas de Fecundación In Vitro convencionales o mediante ICSI? Sí, por supuesto, y su aparición es sinónimo de embarazo.

Aunque en un primer momento se tiende a confundir este sangrado con una menstruación incipiente, lo cierto es que es un hecho bastante habitual que suele aparecer entre los 6 y 14 primeros días de gestación

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¿La razón? Durante el proceso de fecundación, ya sea natural o asistido, el embrión se ancla a la pared del útero para permanecer y crecer ahí durante el resto del embarazo. Con frecuencia ocurre que pequeñas venas y arterias que irrigan el endometrio se rompen o rasgan, provocando un sangrado que, en realidad, tiene que ver con el momento de la implantación embrionaria. Esto significa que hemos conseguido quedarnos embarazadas con éxito.

¿Cómo diferenciar un sangrado de implantación de una regla normal?

Resulta fácil distinguirlas porque el sangrado de implantación, a diferencia del de menstruación, se caracteriza por durar muy poco y por ser muy leve. Si aún tienes dudas, desde FIV4 te señalamos algunos aspectos más a tener en cuenta para diferenciar ambos sangrados. Son los siguientes:

  • Coloración oscura. El sangrado de implantación suele tener un color rojo más intenso que el de regla, tirando más bien hacia un tono oscuro o marrón.
  • Densidad leve. La intensidad del sangrado de implantación también es menor. La sangre también es menos espesa.
  • Textura ligera. Siguiendo la misma tendencia, la textura también es bastante más fina y diluida que la de la menstruación.
  • Duración breve. Por lo general, el sangrado de implantación puede durar entre unas pocas horas como mínimo y tres días como máximo. También es frecuente que el sangrado sea de carácter intermitente.

Síntomas principales para identificar un sangrado de implantación

Existen también otros síntomas clave que te indican que las pequeñas pérdidas de sangre son en realidad un síntoma claro de embarazo. ¿Quieres saber cuáles con?

  • Molestias y cólicos ligeros. Cuando estamos ante un sangrado de implantación, los dolores de cólicos que aparecen son por lo general más suaves que los de regla. En caso de que el dolor sea anormalmente intenso existen muchas posibilidades de que se trate de un embarazo ectópico u de otro tipo de problema que es necesario consultar y tratar con tu ginecólogo cuanto antes.
  • Incómodas náuseas. Es frecuente que unas horas después del sangrado aparezcan algunas náuseas. Se trata de un síntoma muy común durante las primeras semanas de embarazo.
  • Calambres leves. Suelen sentirse en la parte baja del abdomen. Son el prolegómeno de la aparición de los primeros síntomas asociados al comienzo del embarazo.
  • Otros síntomas relacionados con el embarazo. Mareos frecuentes, fatiga, cansancio, dolores de cabeza, malestar, sensación de fiebre o temperatura basal alta, senos hinchados e hipersensibles, ganas de orinar a menudo, vómitos.

Fecundación y sangrado de implantación en la FIV

Tras practicar a la paciente un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), horas después se deberían de formar dos pronúcleos en el que el embrión inicie su fase de desarrollo. Una vez lograda la fecundación, tras unir el óvulo y el espermatozoide con éxito en el laboratorio, el embrión procede a dividirse celularmente.

A partir de ese momento, el embrión pasa por diferentes etapas de desarrollo (mórula, blastoncito) antes de ser seleccionado y transferido al útero materno, lugar donde el futuro embrión seguirá desarrollándose, adherido al endometrio de la madre los próximos nueve meses de embarazo.

Durante ese proceso invasivo de anclaje es cuando puede desencadenarse el sangrado de implantación, ya que el embrión rompe algunos capilares superficiales del endometrio para formar otras prolongaciones que sustenten el espacio en el que el futuro bebé crecerá y se alimentará a través de la placenta.

En definitiva, el sangrado de implantación es un suceso frecuente que puede aparecer tanto en embarazos logrados de forma natural como en los conseguidos mediante técnicas de Fecundación In Vitro. Nos informa de que estamos viviendo los primeros días de gestación de nuestro bebé. Estas leves pérdidas de sangre tan sólo producen ligeras molestias y no revisten gravedad ni tienen importancia clínica en la mayoría de los casos.

Por tanto, si estas intentando quedarte embarazada y observas este tipo de sangrado, antes de decepcionarte por creer que te ha bajado el periodo o que el método FIV fracasó, presta atención a los síntomas de tu cuerpo o, para más seguridad, sal de dudas realizándote una prueba de embarazo.

Si el resultado es positivo ponte en manos de un equipo de obstetricia o de reproducción asistida de confianza, como es el caso de FIV4. Haremos el seguimiento que tu bebé y tú necesitáis.