Tener algún tipo de problema o enfermedad que afecte al endometrio, tejido que envuelve la cavidad del útero y parte fundamental dentro del proceso reproductivo es una de las principales causas de infertilidad femenina. Un ejemplo claro es la endometriosis, una patología tumoral crónica con componente inmunológico y de base genética que lamentablemente afecta a más de 2 millones de mujeres en España y a más de 100 millones en todo el mundo.

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Ante estas abrumadoras cifras la oportunidad de acceder a técnicas de reproducción asistida para hacer realidad el sueño de tener hijos, abre una ventana de esperanza a los futuros padres que desean por encima de todo formar una familia. Pero ¿qué hacer cuando tras varios intentos, la implantación de embriones también falla? Antes de desanimarse o tirar la toalla es importante averiguar mediante un test ERA si nuestro endometrio es receptivo o no durante la implantación de embriones.

En este sentido,  el equipo de FIV4 recomienda realizar este análisis endometrial altamente personalizado antes de iniciar cualquier tratamiento de reproducción asistida, pues es considerada una solución con resultados muy positivos que mejora la tasa de embarazo significativamente

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Pero ¿qué es exactamente un test ERA, en qué consiste y cuál es su objetivo? Si quieres saber más sobre esta importante herramienta de diagnóstico ¡sigue leyendo y no pierdas detalle!

¿Qué es un test ERA y para qué sirve?

Las siglas del test ERA proceden del concepto inglés (Endometrial Receptivity Analysis) y se refiere a la prueba que permite conocer la identidad genética exacta de nuestro endometrio para averiguar si este es apto a la hora de albergar embriones.

En otras palabras, someterse a un test de receptividad endometrial o ERA permite saber en qué estado se encuentra el endometrio de la mujer en el momento de realizar la implantación embrionaria durante técnicas de fecundación in vitro. Por tanto, mediante este novedoso y personalizado método, basado en el análisis de 238 genes, se consigue diagnosticar desde un punto de vista molecular, si nuestro endometrio es receptivo y si está preparado para lograr una transferencia de embriones exitosa o no.

En caso afirmativo, con esta prueba se logran dos objetivos: el primero, determinar cuál es el mejor día para llevar a cabo dicho procedimiento y el segundo, localizar la llamada “ventana de implantación” de la paciente, que en caso de desplazamiento, evita que la transferencia embrionaria personalizada acabe fracasando.

 

Factores clave para someterse a un test ERA

Conseguir embriones de buena calidad y transferirlos en el momento adecuado del ciclo es fundamental para lograr el embarazo. Por eso, para saber si debemos someternos a este tipo de estudio, capaz de reflejar de forma exacta nuestra receptividad endometrial, antes es necesario analizar y tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La ventana de implantación. Este concepto se refiere al espacio de tiempo concreto en que el endometrio es más receptivo a embriones, es decir, que este tejido, ya cuenta con las características morfológicas y funcionales necesarias para que se produzca la implantación embrionaria. Es importante saber que dicha “ventana” sólo es apta durante un breve periodo, que comienza el día 21 del ciclo menstrual y culmina aproximadamente en el séptimo día tras la ovulación, momento en que el endometrio está más receptivo. Ideal para proceder a la biopsia y realizar el test.
  • Prestar atención al engrosamiento endometrial. El endometrio será más receptivo si mide entre 7 y 10 milímetros.
  • Observar si hay presencia de pinópodos y glándulas en el tejido endomterial. La existencia de proyecciones citoplasmáticas procedentes de células endometriales y la presencia de glándulas también son una señal clara de estar dentro del periodo receptivo.

Si tras la realización del test ERA se obtienen resultados positivos, es decir, si el endometrio se muestra receptivo, entonces se debería planificar la transferencia embrionaria de cara al siguiente ciclo. Pero si en caso contrario resulta negativo sería recomendable practicar una nueva biopsia en otro día diferente.

Conclusión

Si estás llevando a cabo un tratamiento de fecundación in vitro para ser madre y ya has pasado por varias implantaciones embrionarias fallidas, quizá sea el momento adecuado para someterte a un análisis de test ERA y averiguar si tu endometrio es receptivo o no a la hora de realizar la transferencia de embriones.

Si ese es tu caso no te desanimes ni desistas ¿deseas saber más sobre este método diagnóstico? Nuestro equipo de FIV4, experto en técnicas de reproducción asistida te asesorará sobre esta herramienta molecular de carácter personalizado que permite evaluar el estatus de tu receptividad endometrial, averiguar el mejor día para proceder a la implantación embrionaria y en consecuencia aumentar las posibilidades de lograr un embarazo con final feliz.